viernes, 23 de septiembre de 2011

Se reunen funcionarios estatales con afectados de Cuautitlán y Teoloyucan


Agencia MANL

Cuautitlán Méx.- “Necesito 700 pesos para pagar una renta de un cuarto que habito desde las inundaciones, pero nadie me apoya”, dijo preocupada una madre soltera de cinco hijos, que estuvo cuatro horas afuera de la mesa de trabajo que sostuvieron
secretarios del gobierno del Estado de México.

Ernesto Némer Álvarez, secretario de Gobierno de la entidad y Los secretarios de Desarrollo Agropecuario, Desarrollo Económico, Desarrollo Urbano, de Salud, de Educación, del Agua, Heriberto Ortega, Adrian Fuentes Villalobos, Alfredo Torres, Gabriel O’Shea, Raymundo Martínez Carbajal, Manuel Ortiz, respectivamente, se reunieron con vecinos de esta localidad y teoloyucan.

Sólo una casa sufrió daños “radicales”, de las 918 viviendas afectadas por las inundaciones del pasado 3 de septiembre, de acuerdo a estudios estructurales que hicieron especialistas, y para reparar fachadas y acabados de los inmuebles, los colonos recibirán ayudas económicas y materiales.

También al menos 76 negocios, tres de ellos con pérdidas de entre 600 mil y 6 millones de pesos, fueron cuantificados sus daños y en breve les serán distribuidos apoyos económicos de entre 5 mil y 50 mil pesos para reactivar pequeños y medianos negocios.

Asimismo, detectaron afectaciones en 46 hectáreas de sembradíos de alfalfa, maíz y cebada, y la aparición de una plaga de mosquitos obligó la fumigación de la zona afectada en 110 hectáreas por el estancamiento de aguas “podridas”.

Virginia Díaz, dirigente vecinal del fraccionamiento Los Fresnos, cuestionó a los funcionarios: Estamos asentados en un lugar de alto riesgo. ¿Qué posibilidad hay de que esto vuelva a suceder?”.

Ernesto Nemer y Manuel Ortiz, sólo se limitaron a decir que el desbordamiento del río Cuautitlán e inundación de sus domicilios se debió al “cambio climático” y por ciclos recurrentes de la naturaleza, sin confirmar o negar que las viviendas se construyeron en zona lacustre.

Los colonos informaron que dos escuelas del lugar están sin funcionar por los malos olores que despide el inmueble y temen que los niños adquieran alguna infección.

Por su parte, Gabriel O’Shea, dijo que en díez días más se continuarán ofreciendo las consultas médicas con el apoyo de casi cien enfermeras y doctores, quienes permanecerán en fraccionamientos El Olivo uno y dos, Villa de Loto, y el pueblo de San José Puente Grande. Y que hasta la fecha se han dado mil 547 consultas e invertido más de un millón 300 mil pesos en servicios de salud.

María Hernández Solayo, estuvo cuatro horas afuera de la mesa de trabajo esperando hablar con alguna autoridad, ya que es madre soltera con cinco hijos, y “no fui censada” como damnifica, ya que vive en la parte trasera de la unidad Flor de Loto a un lado del río Cuautitlán, y como su casa estaba construida de madera y cartón el agua la destruyó.

“No he recibido ningún apoyo económico hasta el momento y necesito 700 pesos para pagar una renta de un cuarto que habito desde las inundaciones, pero nadie me apoya”, dijo la mujer, quién no tuvo la suerte de que un funcionario la escuchara para atender su petición.

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